miércoles, 10 de agosto de 2016

Contra el viento del norte

Libro: Contra el viento del norte

Autor: Daniel Glattauer

Número de páginas: 260

Editorial: Alfaguara


 Fecha de inicio de la lectura: 16 de Junio 2016

Fecha de término de la lectura: 13 de Julio 2016

Valoración: Bueno


 

Resumen:
Un día como cualquier otro llega un email de una tal  Emmi, una completa desconocida,  a la bandeja de entrada de Leo Leike. Leo es educado y le contesta que se ha equivocado de dirección de correo electrónico. Sin embargo «Emmi» sigue equivocándose una y otra vez y continúa mandándole correos a Leo, hasta que finalmente acaban entablando una conversación. Los mensajes se hacen cada vez más frecuentes y ellos se vuelven cada vez más cercanos, aunque toda su amistad queda restringida al plano virtual, al igual que sus sentimientos por el otro y lo que saben del otro. La idea de un encuentro real los aterra, puesto que amenaza toda la realidad que han construido a través de sus e-mails. No obstante, llegará un punto en el que conocerse en persona se vuelve impostergable, ¿estarán acaso Emmi y Leo preparados para un encuentro «Real»? ¿Podrán sus emociones sobrevivir el paso de lo «virtual» a lo «real»? ¿Qué tan «reales» son sus emociones «virtuales»?



Reseña:
Al abrir el libro, lo primero que me llamó positivamente la atención fue el formato con el que está escrito. No hay un narrador directo, sino que simplemente lees los emails que los personajes envían. No hay pensamientos, descripciones del espacio, ni nada parecido, solamente los emails, dando la sensación de que todo transcurre en la nada, flotando en la inmensidad del vacío, con apenas algunas referencias acerca del paso del tiempo, que te recuerda que ellos, en alguna parte, si están insertos en el mundo; en alguna parte.

Para mí, dar esa sensación en el lector, de falta de puntos de referencia, fue el motivo por el cual el autor eligió dicho formato, ya que en cierto sentido es cierto; la relación de los personajes está limitada al marco virtual, aislada de todo, en una burbuja. Ellos solo se construyen a sí mismos a través de sus propias palabras, y construyen al otro a través de lo que el otro les permite leer.

En ese sentido, dentro de la historia abundan ese tipo de reflexiones, acerca de si la relación que ellos entablan es real o no, puesto que al no conocerse en persona, no saben verdaderamente lo que es el otro, sino que conocen una versión del otro totalmente pulida y sin grietas, ya que antes de hacer clic en “enviar” el otro puede cambiar lo que escribió, editarlo, corregirlo, perfeccionarlo o simplemente re-escribirlo mintiendo deliberadamente, y el otro nunca lo notaria. Además de que también existe el problema de que ambos, al no tener ninguna referencia real del otro, se imaginan como el otro debe ser, e involuntariamente se preguntan si no estarán idealizándose mutuamente y que allí esté la explicación de su mutua atracción.

Y en el caso de que no estén idealizándose, su mutuo interés también puede deberse al misterio que el otro evoca, ya que simplemente no sabes nada de lo que esa persona es fuera de tu bandeja de entrada. Y así el libro va jugando y reflexionando a cada momento sobre que es real dentro de la “realidad” virtual.

Pienso que es un libro muy atingente a la realidad actual, al mundo globalizado e interconectado en el que vivimos, y que dentro de pocos años representará el dilema de cada vez más y más personas, ya que las relaciones virtuales –tanto de amistad como de pareja- son un problema del siglo XXI, y aunque el libro no zanja nada ni llega a ninguna conclusión, si invita a la reflexión, y yo misma me he encontrado escudriñando, en más de una ocasión, mi propia vida.

Me sorprendí a mi misma sintiéndome identificada, y creo, sinceramente, que con tantas redes sociales y con todo el internet al alance de tu purgar en un Smartphone, muy pocas personas de mi generación no lo haría, y es por eso que lo recomiendo.

Sin embargo creo que para verdaderamente entenderlo, hay que haber vivido una situación parecida, hay que haber estado inmerso en las nuevas tecnologías, hablando por whatsapp con una persona que no ves hace 6 meses y que no esperas ver en otros 6 más, o que incluso nunca has visto y sabes que probablemente nunca verás, ya que es la única manera de sacudirse los prejuicios y poder aceptarlo plenamente.


Una cosa que me llama mucho la atención, es que el autor del libro, al contrario de lo que  yo esperaba, no es demasiado joven, no es de la generación de los Smartphones, las tablets , whatsapp, twitter, instagram y facebook, al contrario, tiene 56 años y me sorprende la capacidad que tiene para entender un mundo virtual, que muchas personas de esas edad condenan tajantemente. 

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