Libro: El libro de los placeres prohibidos
Autor: Federico Andahazi
Número de páginas: 298
Editorial: Planeta
Fecha de inicio de la lectura: 23 de Marzo 2016
Fecha de término de la lectura: 20 de Abril 2016
Valoración: Bueno
Este libro narra dos historias paralelas que acabarán relacionándose
de alguna forma. Por un lado están los cruentos y misteriosos asesinatos de las
adoratrices del monasterio de la sagrada canasta, y por otro el juicio de
Johannes Gutenberg por haber creado una “demoniaca” máquina para reproducir
libros, que luego sería conocida como imprenta.
El punto fuerte de
la historia de Johannes Gutenberg, fue sin duda el trasfondo de la historia,
más que el sufrimiento personal del personaje, lo que más rescato es todo lo
que se puede aprender acerca de la edad media. En este sentido hubo un
personaje que me gustó sobre el resto, ya que creo que es quien encarna
fielmente todo lo que conozco como verdadero del pensamiento medieval; me
refiero a Sigfrido de Maguntia. Este personaje era el fiscal que acusaba de
Johannes de estafador y falsificador, pero lo acusaba con un discurso tan
exquisito, que abordaba básicamente todas las supersticiones, los abusos de
poder, la represión e incluso la irracionalidad exagerada de la iglesia
medieval, respecto a la difusión de la biblia y otros libros. Él por ejemplo,
acusaba a Johannes de que con su invento había matado a todos los libros, y que
si no era detenido de inmediato, y su maligna máquina destruida, todo los
hombres leerían hasta habérseles fundido el cerebro y en última instancia moririan.
Respecto la otra
parte del libro, ¡Uf! Tengo mucho que decir. Antes que nada es necesario
aclarar a los poco frecuentes lectores de mi blog, que el monasterio de la
sagrada canasta, era muchas cosas, menos monasterio, porque no era nada más ni
nada menos que un burdel. Sin embargo no un burdel vulgar cualquiera, sino que
un lupanar sagrado dónde las sacerdotisas hijas de Ishtar rendían culto a su
diosa, cabe agregar que Ishtar es la diosa babilónica del placer. Entonces para
ellas la prostitución y la sexualidad de la mujer, no era una de las
características de las más bajas arpías de la sociedad, sino que un culto
sagrado que se ejecutaba con el máximo respeto hacia ellas mismas.
Con respecto a esto
último, pienso que aquella secta secreta compuesta solamente por féminas,
representa una crítica a la visión que se ha tenido de la sexualidad de la
mujer desde hace más tiempo del que mi conocimiento escolar me permite recordar
y que la iglesia católica ha apoyado, incluso me aventuraría a decir con total
seguridad que dicha visión se mantiene en nuestro país hasta la actualidad. Me
refiero a aquella visión en que la mujer no puede tener sexualidad, pues porque
si la tiene es debido a que es “puta”
y debe ser repudiada. Si bien en la actualidad el repudio no es tan evidente,
de todas maneras continúa latente, en que por ejemplo es bien distinto lo que
se anda diciendo de una mujer que tiene
un hombre distinto para cada día de la semana, en comparación de lo que se dice
de aquel hombre “hijo de tigre”, “campeón”, “canchero” que tiene una mujer distinta para cada día de
la semana.
Aunque el libro lo
recomiendo al 100%, más que invitarlos a leerlo, los invito a reflexionar
acerca de cómo se aprecia distinto la sexualidad de la mujer en comparación a
la del hombre, ya que pienso que es un gran problema muy arraigado, que se promueve
gracias a instancias tan diversas, como pueden ser desde telenovelas hasta
libros sagrados, pero que sin embargo sigue siendo una especie de tabú
mencionar. Recuerdo que sólo he escuchado discutir este tema en el artículo de
una revista y nada más en toda mi vida.
Es un tema muy interesante. Ojalá tengamos la posibilidad de debatirlo este año
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