domingo, 20 de septiembre de 2015

El cumpleaños secreto

Me paro y lo aplaudo


Libro: El cumpleaños secreto

Autor: Kate Morton

Número de páginas: 550

Editorial: Suma de letras
 


Fecha de inicio de la lectura: 9 de Junio del 2015

Fecha de término de la lectura: 25 de Agosto del 2015

Valoración: Muy bueno


Reseña:

   Hay libros  y libros; libros que te causan tristeza, nostalgia, otros que te dan alegría y esperanza, incluso están los que te enseñan algo con la historia de sus personajes, los cuales sientes tan reales como si fueran de carne y hueso, y este libro en especial, tiene todo lo antes dicho; te causa tristeza y nostalgia, pero de igual manera los personajes logran transmitirte esperanza al sobreponerse a las adversidades y te deja un buen sabor de boca, porque sabes que, una vez más, Kate Morton te demostró que no pierdes el tiempo al leer uno de sus libros.

   Como es habitual en los libros de esta autora, y lo que los hace tan atractivos, la historia familiar está narrada desde la perspectiva de 2 generaciones y sus respectivas épocas, ya que en el Londres de plena guerra mundial de 1940, el núcleo de todo el embrollo que arrastra los personajes, podemos encontrar a la joven y soñadora Dorothy, su amiga Vivien y su novio Jimmy, mientras que en el 2011 la protagonista es Laurel, la hija de Dorothy.

   Lo que gatilla la trama es la sospecha que tiene Laurel de que su madre, en esos momentos en su lecho de muerte,  no le ha contado toda la verdad, y que oculta un secreto, el cual con sus indagaciones no hace más que agrandarse y volverse más importante de lo que en un comienzo creía, hasta el punto que desenmascarar el secreto le lleva prácticamente todo un viaje a 1940 y un reencuentro con su propia infancia.

   Las razones por la que el libro me fascinó son difíciles de enumerar, ya que pensándolo  en retrospectiva, todos los aspectos del libro me gustaron, y pienso que en una historia muy pulcra muy pulida, cada detalle de la narración tiene un sentido, nada está librado al azar, y hacia el final del libro todo se conecta y te hace pensar en cuantos años estuvo pensando la autora para lograr una obra así de acabada.

   Si están considerando leer el libro deben saber que cada dialogo y cada pensamiento tiene un sentido, y el narrador te lo revela por un motivo, ya que aunque parezca muy mundano y cotidiano refleja el interior de los personajes, pero no te das cuenta hasta que terminas el libro y miras hacia atrás. Además,  cada personaje aparece por un motivo, y aunque su intervención o su recuerdo pueda parecer de lo más insignificante, no es así, y eso me encanta.

  Me encantó la manera en que todo se conecta y toma sentido hacia el final, y poder abrir el libro ahora, conociendo el secreto familiar que Laurel trataba de averiguar, para releer los párrafos, pero, esta vez entendiéndolos con un sentido distinto y del que nunca hubiera sospechado, viendo como todo calza ante mis ojos, y preguntándome cómo no lo supe antes con tantas pistas ocultas que da la autora, ya que aunque todo apunta hacia un sentido, hasta que no lo lees, no se te ocurre, y te toma por sorpresa.

   Sin embargo mi parte favorita, escribiendo esto ahora lo sé, fueron los personajes, ya que los sentí a todos muy reales, como si fuera una biografía más que una ficción, es más de una parte me sorprendía a mi misma al recordarme que todo es inventado, que Vivien nunca vivió en la vida real en el 25 de Campden Grove en Londres, ni Jimmy tomó espectaculares fotos de la guerra que ahora se exhiben en museos, ni alguna vez, siquiera, existieron ambos al menos. Además en todo momento eres capaz de sentir la aflicción o la felicidad de los personajes, como si fuera tuya, ya que logran transmitírtela que una manera impresionante.


   Y todo eso sumado a un final impactante, solo tiene una respuesta en mí, solo una reacción incontrolable, ya que simplemente me paro y lo aplaudo, y entonces me paro y lo aplaudo de nuevo, porque lo merece. 

sábado, 19 de septiembre de 2015

Hacia el azul perpetuo

Último libro, ¡por fin!


Libro: Hacia el azul perpetuo

Autor: Verónica Rossi

Número de páginas: 400

Editorial: PDF 


Fecha de inicio de la lectura: 20 de Mayo del 2015

Fecha de término de la lectura: 8 de Junio del 2015

Valoración: Malo



Reflexión

Por fin puedo decir gustosa que termine la trilogía de bajo el cielo eterno, pero no porque me haya gustado, todo lo contrario, ¡porque así no tendré que continuar leyéndola!

Aunque a las otras partes las haya calificado con un discreto “aceptable”, debo admitir que en ambos casos fui bastante generosa, ya que los libros de todas maneras no me terminaban de convencer, pero su rápida lectura era lo que terminaba por salvarlos. Sin embargo, ya no más, con hacia el azul perpetuo me desquitaré con todas las críticas negativas nunca antes hechas.

Lo primero que noté fue la increíble (increíble, en referencia a poco creíble) capacidad de los personajes de meterse el problemas pero siempre salir ilesos de ellos, o de recuperarse milagrosamente rápido de heridas tanto físicas como psicológicas. Uno como lector ya está en parte preparado para que estas cosas puedan suceder en este género juvenil de lectura, pero realmente hay momentos en que la autora abusa de nuestra credulidad.

Recuerdo un momento, en este mismo libro, en que Perry (el protagonista masculino) fue torturado, por motivos y personas que no voy a revelar para no arruinarle el final a nadie que esté interesado en leer el libro, y que luego de la tortura quedó en tan mal estado, que no podía mover un solo músculo y su aspecto era simplemente horroroso, sin embargo Perry a los tres días, ya estaba corriendo con un arma en la mano, maniobrando una aeronave y salvando al mundo, sin siquiera acordarse de su penoso estado.

En cuanto la credibilidad de los acontecimientos, eso sí que es un caso serio; no importa cuántos cientos de soldados tenga el enemigo, Perry y Roar siempre encuentran una manera de enfrentarlos y ganar, no importa la avanzada tecnología que tenga el sistema, Soren, un joven de 17 años fanático de las computadoras, siempre puede hackear las puertas, las cámara de vigilancia, los monitores, o lo que le encarguen, y no importa cuántas veces tenga heridas mortales, Aria nunca muere. Lo que al fin y al cabo termina por hacer que ya esperes cualquier cosa de los personajes, si al final del libro Aria desarrollaba el poder de volar de cabeza y arrojar rayos por la boca, créanme que no habría estado tan sorprendida como debería.

Pero si algo bueno y rescatable tiene el libro, es que terminó bien, y a mí me encantan los finales felices, y debo admitir que detrás de tanta ridiculización de los personajes, de todas maneras me encariñé con ellos y el final logró conmoverme porque al fin alcanzaron su añorada felicidad y tranquilidad.